Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios Nuestro, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
¡OH Dios misericordioso, que nos disteis en el Bienaventurado Mártir un modelo perfecto de humildad, de mortificación y de caridad; y disteis hasta glorificarlo en vuestro Reino, entre los coros de los Ángeles! Miradnos compasivo y hacernos sentir su intercesión poderosa.
Y tú, beatísimo Mártir que viviste sólo para Dios y para tus semejantes; tú que tan solícito fuiste siempre en socorrer a los necesitados atiende piadoso a los que admirando tus virtudes y reconocido tu poder, alabamos al Señor que tanto te ensalzó.
Haznos sentir los efectos de tu gran caridad, rogando por nosotros al Señor, que tan fielmente premió tus méritos.
¡OH Dios misericordioso, que nos disteis en el Bienaventurado Mártir un modelo perfecto de humildad, de mortificación y de caridad; y disteis hasta glorificarlo en vuestro Reino, entre los coros de los Ángeles! Miradnos compasivo y hacernos sentir su intercesión poderosa.
Y tú, beatísimo Mártir que viviste sólo para Dios y para tus semejantes; tú que tan solícito fuiste siempre en socorrer a los necesitados atiende piadoso a los que admirando tus virtudes y reconocido tu poder, alabamos al Señor que tanto te ensalzó.
Haznos sentir los efectos de tu gran caridad, rogando por nosotros al Señor, que tan fielmente premió tus méritos.
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